La Verdad sobre el Arbol de Navidad.

La cultura General nos enseña que antiguamente había un hombre llamado Nimrod, quien fue un monarca legendario de Mesopotamia, mencionado en el capítulo 10 del libro de Génesis, quien además figura en numerosas leyendas y cuentos.

Varias ruinas preservan el nombre de Nemrod, y también aparece en la midrash. La tradición lo presenta como un tirano impío que construyó la Torre de Babel.

Éste nació precisamente el 25 de diciembre, y se dice que él es el mismo que aparece en el libro de Génesis 10:8-10; dicho hombre se unió con su madre, llamada Semiramis, y de esa unión nació un hijo que se llamó Tammúz, (Ezequiel 8:14). 

Cuando Nimrod murió su madre-esposa lo sepultó. Pero al paso del tiempo creció un árbol donde él había sido enterrado. Semiramis comenzó a enseñar que su “hijo-esposo” se había encarnado en ese árbol y cada día de su natalicio visitaba la tumba y llevaba regalos los cuales colgaba en las ramas.

Esa doctrina se propagó por todos los pueblos, siendo uno de ellos Babel y la tierra de Sinar, que luego se llamó Babilonia.

De esta forma vino a existir el “árbol” del natalicio de Nimrod. Lo que hoy se hace en diciembre es recordar indirectamente el nacimiento de este hombre malvado y pecador, Génesis 10:8-10.

La decoración del árbol se puede rastrear en los romanos que ponían máscaras del dios Baco en las ramas de los árboles para alcanzar protección.

También colgaban chucherías en los árboles para celebrar el saturnal, el festival del dios de la cosecha. 

Las campanas, las frutas y otras decoraciones que se emplean en la actualidad han evolucionado a lo largo de los siglos demostrando que esta fiesta se funda en tradiciones de hombres y no en lo divino.


Se cuenta otra leyenda de tres árboles que estaban cerca del pesebre para honrar al recién nacido: el olivo, el dátil y el pino. El olivo dio su fruto, la palma dio dátiles, pero el pino no tenía nada que dar.

Unas estrellas bajaron de los cielos y se posaron sobres sus ramas para servir de ofrenda, es el supuesto origen del árbol decorado.

En las primeras fiestas de Navidad los romanos usaban árboles de pino para representar el calor del nuevo nacimiento del dios Sol en forma de fuego.

Se basaba en una vieja leyenda babilónica: durante una noche, un árbol verde se desarrolló de un tronco muerto. Significa que el dios Sol Nimrod (tronco seco) reencarnó en Tammúz (árbol verde) cuando su madre Semiramis lo parió esa noche.

Los romanos colgaban del árbol cerezas rojas que después fueron esferas, como símbolos del dios Sol. De los países Sajones se adoptó la costumbre de colgar regalos y golosinas. Costumbre que proviene de Alemania, donde el misionero inglés Bonifacio, sustituyó en el siglo VII los sacrificios que se hacían en la encina sagrada de Odín, por un pino adornado en homenaje al niño Jesús. 

¡No! La Biblia no autoriza esto, el libro de Deuteronomio 16:21 dice: “no plantarás bosques, ni árbol ninguno cerca del altar del Señor tuyo”.

El propósito actual del árbol de Navidad no es otra cosa que “adoración” y no tiene ninguna relación con el nacimiento de Cristo.

Esta costumbre vino de la madre de Nimrod, Semiramis, y así pasó a otros países, como Egipto, Roma, Babilonia, donde se llamaba “Baal-Tamar”; de modo que a los hijos de Dios se les prohíbe poner este árbol.

Que dice la biblia sobre el Árbol de Navidad:

La Biblia no autoriza esto, al contrario el libro de Deuteronomio 16:21 dice: “no plantarás bosques, ni árbol ninguno cerca del altar del Señor tuyo”.

1 Reyes 14:23: Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo ÁRBOL frondoso.

2 Reyes 16:4: Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, y sobre los collados, y debajo de todo ÁRBOL frondoso.

2 Crónicas 28:4: Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en los collados, y debajo de todo ÁRBOL frondoso.

Si analizamos estas citas bíblicas entenderemos que Israel que era la Nación escogida por Dios, siempre se volvía al paganismo practicando los ritos de las otras naciones rebeldes, y con sus ídolos terminaban debajo de los arboles haciendo abominaciones a Jehová.

Las siguientes 2 citas nos muestran de una manera más tremenda esta práctica abominable:

Jeremías 2:20: Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo ÁRBOL frondoso te echabas como ramera.

Jeremías 3:6: Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo ÁRBOL frondoso, y allí fornica.

Israel pereció por falta de conocimiento, no cometamos el mismo error, pues el hacer esas prácticas que se han hecho a través de los siglos debajo de los árboles y como los hombres han hecho aberraciones en esos lugares, mucho de esto lo narra la historia y mucho la biblia, es imposible querer negar tan grande verdad.

Escudriñemos esta cita:

Jeremías 3:13: Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo ÁRBOL frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová.

La pregunta es ¿Por qué los Israelitas si Dios les hablaba tan claro la mayoría de ellos hacia estas prácticas?

Por la dureza del corazón, por quedar bien con los hombres y no con Dios, lo triste es ver hoy en día como la mayoría de Cristianos Evangélicos, el actual pueblo de Dios, comete el mismo error del pueblo de Israel, y se unen a los católicos, a los sectaristas, a los incrédulos, aun a los narcotraficantes, asesinos, y todo el mundo en un mismo espíritu celebrando una fiesta que para nada es para el Señor, bien dijo Salomón en Eclesiastés

Eclesiastés 1:9 “¿Qué es lo que fue?, lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho, lo mismo que se hará? Y nada hay nuevo debajo del sol”

Así como en Génesis capitulo 11 todo el mundo se une a practicar un mismo altar llamado “La torre de Babel”, así hoy el mundo se une a practicar ese mismo altar en sus casas, llevando a un IDOLO, llamado Árbol Navideño.

Querido hermano y hermana responda esta pregunta:

¿¿¿¿¿Usted cree que el espíritu que induce a que los dueños de bares adornen de navidad, a que los dueños de las cantinas adornen de navidad, a que los narcotraficantes adornen sus casas de navidad, a que los artistas famosos que la mayoría se dedican al satanismo adornen sus mansiones lujosas de navidad, usted cree que el espíritu que induce al mundo entero no importando su credo o religión a poner un árbol en sus casas, cree usted hermanito y hermanita que ese espíritu es El Espíritu Santo??????

Claro está que no lo es, pues Pablo escribió a los romanos y les dice que los hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios, así que a ellos que no son hijos de Dios jamás podría el Espíritu Santo guiarlos a practicar esos paganismos, entonces ¿Qué espíritu los guía? Pues debe de ser un espíritu tan tremendamente poderoso que ha convencido al mundo entero, a que todos se unan en una misma práctica, aunque aparentemente muy bonita y llena de luces, la biblia dice:

2 Corintios 11:14: Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de LUZ.

Eso quiere decir que hay dos luces: la Luz de Cristo, la verdadera y la Luz disfrazada de Satanás, la falsa. 

Como siempre lo he dicho mi función es únicamente exponer la Palabra jamás imponerla, cada quien decidirá si desea agradar más a los hombres que ha Dios, pero como dijo Josué: “Yo y mi casa serviremos a Jehová”

Aunque no sea amigo del mundo quiero ser amigo de Dios:

Santiago 4:4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser AMIGO del mundo, se constituye enemigo de Dios”.

Si conociendo a Jesús practicamos exactamente lo mismo y de la misma forma que los incrédulos, blasfemos, idolatras, ladrones, asesinos, depravados, etc. Entonces de muy poco nos sirve conocer a Jesús.

Bendiciones

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