CUIDA LA PROTECCION DEL PADRE

Cuida la Protección Del Padre

Números 25:1-3 LBLA  Mientras Israel habitaba en Sitim, el pueblo comenzó a prostituirse con las hijas de Moab.  (2)  Y éstas invitaron al pueblo a los sacrificios que hacían a sus dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses.  (3)  Así Israel se unió a Baal de Peor, y se encendió la ira del SEÑOR contra Israel.

Estaba en Argentina llevando el Evangelio del Padre a este pueblo precioso, a quien admiro muchísimo y exalto su amor, servicio y sobretodo lo hospitalarios que son.

Me encontraba en la Casa del hno. Pastor que me había invitado a predicar a su preciosa congregación, y después de comer y de platicar con ellos, fui a dormir, y luego de orar, de repente percibo por el Espíritu algo malo que me iba a suceder, salte de la cama y empecé a mirar para todos lados, sabia que algo malo me iba a pasar, sin embargo no veía nada, mi corazón empezó a latir fuertemente, de una manera desesperada, como cuando alguien esta en peligro de muerte, empecé a orar y a pedirle a mi Padre que era lo que sucedía?, y de repente me abren los ojos espirituales, y puedo ver por el espíritu un ser que viene a una velocidad impresionante, como un rayo, se viene a atacarme. 

No tuve tiempo ni de orar, ni de pedir ayuda, no pude gritar, era demasiado rápido este ser y su ataque era verdaderamente imposible de detener. Yo estaba sentado en la cama, asustadisimo, sentía que mi corazón se me salia de mi pecho.

De repente este ser a menos de 50 cm de donde yo estaba, a unos 10 cm del borde de la cama, se detiene bruscamente, mira al Cielo y empieza a clamar.

No escuchaba su voz audiblemente, no generaba ningún tipo de ruido entendible al oído humano, pero sin embargo, me permiten a través del espíritu escuchar lo que clamaba.

Sus palabras de clamor eran: "Dámelo un segundo...", lo repetía una y otra vez, y luego decía nuevamente: "Solo me basta un segundo, dámelo un segundo, por favor".

Yo me encontraba anonadado, aunque con mis ojos naturales no lo podía ver, sin embargo a través de los ojos del espíritu lo tenia en frente mio, y no podía quitarle la mirada, y lo miraba fijamente a su rostro, que aunque usaba una capucha como la de caperucita roja, solo que este abrigo de este ser no era como los que nosotros usamos, son seres malvados que lo cubrían y lo vestían, y podía ver como con su mano izquierda se tomaba una pequeña barba larga que tenia, y seguía clamando al Señor, pero el Padre no le daba permiso.

Al ver que este ser no se iba, yo me levante y pase con mucho sigilo y cuidado y me fui al baño, allí le ore al Padre y le pedí que por favor se fuera. Regreso al cuarto y todavía seguía allí, en el mismo lugar, y no dejaba de clamar, y yo podía ver que el Padre no le daba el permiso.

Me senté nuevamente en la cama, ya el miedo se me había ido, el susto había pasado, además que estoy seguro que el Padre fue quien me armo de valor para poder seguir allí y sobretodo después de haberme ido, regresar a mi dormitorio. 

Así es que después de un buen rato, este ser dio la vuelta y se fue, pero esta vez no se fue rápido, se fue despacio, como esperando que su clamor fuera escuchado y regresar a darme muerte.

Me quede recostado un rato, meditaba que era lo que había pasado y el por que este espíritu estaba tan enojado conmigo?.

He tenido muchas peleas contra seres del Mundo de Tinieblas y el Señor me da dado la Victoria, pero aquí comprendí algo tremendo, que hay seres espirituales que nosotros no podemos enfrentar, que son poderosisimos, aquí entendí que tenemos que aprender a cuidar la Protección del Padre, si este espíritu me agarra haciendo lo malo, le aseguro que me había matado, el mismo lo dijo que solo le bastaba un segundo para destruir mi vida.

Empecé con esta experiencia porque estoy seguro que hay mucho pueblo de Dios que no tiene temor, que cree que porque tiene al Señor, puede hacer lo que se le da la gana, y no es así. 

El pueblo de Israel se encontraba en peligro de muerte, de destrucción, habían contratado a un hombre para que los maldijera, sin embargo el Padre los cubre y los protege, pero de nada sirvió, porque luego ellos se salieron de esa protección y terminaron muchos de ellos muertos en su inmoralidad.

Escuche este audio y reflexiona en esta Palabra, se que el Señor le hablara a su vida y solo espero que usted se deje cuidar.

Bendiciones a manos llenas!,

Gilberto Hernandez Ch.

Pastor por Su Misericordia.

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