LA PUERTA DE LOS CABALLOS

Nehemías 3:28 RV1960 Desde la puerta de los Caballos restauraron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.  

Esta puerta representa una oportunidad especial en la vida del cristiano de poner por alto el Nombre de CRISTO, a esta puerta se le llama también de la Batalla o de la Victoria. 

Así la Puerta de los Caballos representa la restauración de la “Guerra Espiritual”, no podemos ganar lo material si antes no hemos vencido en lo espiritual, JESÚS mismo dejó establecido esto cuando dijo: “No he venido a traer paz, sino espada...” (Mt. 10:34) 

JESÚS vino a acercar el Reino de DIOS a los hombres, pero para que esto ocurriera era necesario que el Reino de las Tinieblas, que era el que prevalecía (Mt. 4:16) fuera derrotado, y eso tenía que ocurrir en la dimensión espiritual; recordemos que la rebelión se inició precisamente en esa dimensión. 

Reflexionemos en lo que ESCRITO ESTÁ en Efesios 6:12:

Efesios 6:12 TLA Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual. 

La historia del pueblo hebreo ha sido una historia de luchas interminables, la historia terrena de JESÚS fue una lucha interminable, constantemente lo querían matar, aún hoy hay muchos –incluyendo creyentes- que le quieren matar. 

Sin embargo ignoramos y algunas veces olvidamos, que no son las circunstancias ni las personas, las que en realidad son nuestros contendientes; nuestra verdadera lucha es contra esas fuerzas del mal que buscan a toda costa impedir que ganemos la batalla que nos hará crecer espiritualmente. 

Si analizamos lo que JESÚS quiso decir cuando habló de traer espada, tenemos que considerar lo siguiente: 

1. Espada contra los fariseos: contra la hipocresía, la apariencia. 

2. Espada contra los saduceos: contra la duda acerca de lo sobrenatural. 

3. Espada contra los ancianos: contra las costumbres y tradiciones, contra la religiosidad. 

4. Espada contra los escribas: contra el legalismo. 

5. Espada contra los falsos sacerdotes: contra las falsas coberturas y los falsos ministros. 

Hoy día se ha confundido la guerra espiritual con una serie de aspavientos y poses acompañadas de gritos, tristemente esa no es la guerra espiritual que DIOS quiere que hagamos; debemos entender que si es una guerra la que vamos a librar debemos hacerlo como verdaderos soldados, con gallardía, con valor, con coraje, con decisión, con fuerza... pero siempre conforme a la voluntad de DIOS, ya basta de picarle los ojos y jalarle la cola al diablo, iniciemos la batalla que va a cambiar nuestra vida, restauremos la Puerta de los Caballos conforme a la voluntad de DIOS. 

La guerra espiritual no debe limitarse a la Congregación o a las reuniones de intercesión, la guerra debe iniciar en nosotros mismos: contra el escepticismo, el temor, la apatía, el conformismo, la mediocridad; debe iniciar en nuestro hogar: 

contra la incredulidad, los sentimentalismos, las costumbres, las tradiciones.    La primera batalla de esta guerra no es contra los demonios, sino contra nuestros sentimientos. 

  Pero, ¿qué representa el caballo en esta guerra? Lee Job 39:19-25 

Job 39:19-25 PDT » ¿Le diste tú la fuerza al caballo? ¿Le pusiste la crin en el cuello?  (20)  ¿Le diste tú la capacidad de saltar como un saltamontes? El caballo relincha fuerte, y la gente se asusta.  (21)  Escarba en la llanura y se alegra de su fuerza. Corre veloz a la batalla.  (22)  Se ríe del miedo y no desmaya; no huye de la batalla.  (23)  La aljaba* resuena a su lado, y centellean la lanza y la jabalina.  (24)  El caballo devora distancias, corre con ímpetu y frenesí; no se detiene cuando suena la trompeta. Va muy emocionado a toda velocidad.  (25)  Al toque de la trompeta, relincha y olfatea la batalla desde lejos; las voces de mando, los gritos de batalla. 

  v. 21   El caballo reconoce su fuerza y se goza en ella, nosotros debemos gozarnos en nuestra fuerza que es sin duda la fuerza de DIOS, pues la guerra no es de nosotros; debemos reconocer nuestra fuerza verdadera y gozarnos en el espíritu, ¿acaso no está escrito que: SU GOZO ES NUESTRA FORTALEZA? (Neh. 8:10).      

El caballo sale al encuentro de las armas, o sea que no debemos rehuir a la batalla sino enfrentarla, muchos dicen: yo por eso no me meto con el diablo, para que él no se meta conmigo; pero eso no habla más de que ya se metió en este tipo de creyentes, que con su actitud cobarde no hacen más que avergonzar el Evangelio.  

DIOS quiere que salgamos al encuentro de las armas, que reprendamos y derrotemos al enemigo, antes de que este haga estragos en nuestra vida, en nuestro hogar, en nuestra familia, en nuestra congregación.    

Esta es la verdadera esencia de la Iglesia Gloriosa por la que CRISTO habrá de venir. 

  v. 22 El caballo no acepta el temor, se burla de él, no retrocede ante la espada; 

hoy muchos cristianos son derrotados hasta con un alfiler, ni siquiera han tenido que enfrentarse a la espada del enemigo y ya están llorando y auto compadeciéndose; el cristiano que restaura esta puerta en su vida es el que dice sin temor alguno: ¡SI DIOS CON NOSOTROS!, ¿QUIÉN CONTRA NOSOTROS?   Esta es la restauración de la Iglesia Victoriosa que será arrebatada.  

 vv. 23-24   Aún en el fragor del combate, el caballo muestra su poderío y autoridad ante el ataque del enemigo, no se arredra ante nada.   Esto quiere decir que aunque veamos los problemas, aunque estemos en aflicción o desánimo, seguimos combatiendo, porque tenemos claro de donde vendrá nuestro socorro y que nuestras fuerzas serán nuevas cada día (Is. 40:31)  

 v. 25    El caballo “huele” la batalla, reconoce el mando de su capitán; nosotros debemos discernir entre lo que es una batalla y una simple ocasión de demostrar nuestra fe en CRISTO, pero por sobre todo debemos reconocer la voz de nuestra capitán JESUCRISTO RESUCITADO.  

Esta es la verdadera restauración de la Puerta de los Caballos, la restauración de la Guerra Espiritual, la restauración de una Iglesia que sale al encuentro de la batalla confiando en la victoria, una Iglesia que se goza en su fuerza. 

Es la restauración de los valientes de David, quede claro que de todo su ejército, solo un pequeño remanente era valiente -30 en total- y el número 30 nos habla de madurez y de fidelidad. 

Recordemos también que Gedeón vio reducir su ejército a 300 hombres que fueron escogidos por su consagración. 

En estos dos casos podemos ver la figura del Arca de acuerdo a sus dimensiones: 

A) 30 codos de altura = madurez espiritual 

B) 300 codos de longitud = consagración y santidad 

C) 50 codos = libertad en CRISTO JESÚS. 

Volviendo a nuestra cita inicial podemos ver que nos habla de que una vez restaurada la Puerta de los Caballos, la actividad se llevó a cabo por los Sacerdotes, así una vez restaurando esa puerta, no podemos quedarnos en la simple dimensión de espectadores, sino que debemos tomar el papel de Sacerdotes que DIOS nos ha otorgado (1ª P. 2:5). 1 Pedro 2:5 PDT Ustedes también son como piedras vivas que Dios utiliza para construir un templo espiritual. Ustedes sirven a Dios en ese templo como sacerdotes santos, y por medio de Jesucristo ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios.

Bendiciones abundantes en Cristo Jesus,

Pastor Gilberto Hernandez Ch.

Director General MHermon

P.D: Pido perdón por la no corrección ortográfica, lo que sucede es que mi Editor de blogger no me corrige en Español, solo en Ingles. Estoy viendo la forma de hacerlo, porque al llevarlo a Word y luego copiar, me llena el blog de códigos extraños que luego no me dejan funcionar bien el Blog. Gracias por su comprensión y apoyo.

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